La depresión es uno de los principales acontecimientos de las fechas decembrinas o se le conoce mejor como Trastorno Afectivo Estacional, ya que se presenta a finales de octubre y durante el invierno, aunque este año los índices han aumentado por todo lo que hemos vivido, que no ha sido nada fácil, con una pandemia extendida, y que al parecer continuará haciendo estragos.
Hace unos días alguien menciono que estaba deprimido y me preocupo de tal manera que decidí escribirle un mensaje, compartiendo algo de mis propias experiencias, la depresión para mi, es una decisión mal tomada, ya que aunque parece que llega repentinamente y se mete en nuestras vidas sin avisar, no es así, la depresión es astuta y va metiéndose poco a poco conforme nosotros se lo permitimos, dejamos de tener ánimo de comer, de vestir bien, de salir de casa, o hasta de bañarnos, de pronto estamos tirados en cama sin ganas de nada, sufriendo por todo, esperando que alguien o algo nos rescate, pero no será así, pueden haber muchas personas intentando sacarnos de ese lugar y aun así seguimos decidiendo lo incorrecto.
Me atrevo a pensar que las personas más vulnerables a la depresión son las que más se resisten al cambio, y es que precisamente este año detonó muchos cambios ambientales, físicos y psicológicos que siguen modificando nuestro comportamiento humano, nos ha limitado de tener contacto con nuestros seres queridos, nos ha enfrentado a una crisis económica y nos ha sacado de la zona de confort para comenzar a buscar nuevos métodos para emprender y sobrevivir.
Está en nosotros decidir salir de ahí y vivir en amor, no siempre se podrá salir adelante solo, es por eso que se necesita ayuda de especialistas.
Sin duda para mí la depresión como el amor es una decisión y es mucho más satisfactorio decidir vivir en amor; el amor hace que todo fluya, que las cosas buenas sucedan, que los días sean más agradables y que nada por ningún motivo nos derrumbe, aun cuando parezca que no hay motivos para seguir intentándolo el hecho de tener un día más de vida, es la oportunidad de ser agradecidos y mostrarles a otros el afecto que les tenemos y lo importante que son en nuestras vidas.
Cuando vivimos en amor nos sentimos todo poderosos, no conocemos limites, y creemos que seremos capaz de lograr cualquier cosa; solo es tener determinación y levantarte, sacudirte y empezar a ver todo lo bueno con lo que contamos, vivir en amor hacia nosotros y hacia otros, escudriñar la palabra de Dios, eso siempre traerá paz, fe y esperanza.