Dime en quien confías y te diré quién eres, los seres humanos por naturaleza buscamos el reconocimiento y la validación de los demás, cuando queremos enfrentar una situación importante en nuestra vida, que nos causa temor o tenemos ciertas dudas, buscamos en alguien una segunda opinión.


A veces no somos tan responsables para tomar la decisión sin antes consultarlo con alguien, tal vez porque sea una forma de compartir la culpa de las consecuencias con otros y no ser los únicos en esto.


El que busca consejero ya tiene la respuesta, a esto me refiero que conocemos muy bien nuestro núcleo de amistades o familiares a los que recurrimos para pedirles una opinión , si quieres que te animen buscarás al que siempre piensa positivo, al que tiene toda la actitud, al que te motiva e impulsa en todo lo que hagas, el siempre tendrá una respuesta amable, si no estás muy convencido de lo que vas a realizar, buscarás quien te desanime, el que vea lo malo en todo, el que siempre tiene esa respuesta negativa a todas las oportunidades.


No dejes que cualquiera te aconseje, presta oídos y pon mucha atención a todo lo que te digan, de ahí sabrás que tomar en cuenta, nosotros somos lo que pensamos, pero si una opinión ya sea buena o mala se nos siembra en la mente, muy difícilmente podremos arrancarla de raíz, no nos dejemos engañar, ni atrapar en las opiniones de los demás.


Pero si quieres dirección, guía y sabiduría, no hay consejero más grande que DIOS, el siempre tendrá la respuesta que necesitas, tal vez no la que quieres escuchar, pero si la que te va a llevar a hacer grandes cosas, ¿en dónde podemos escuchar la respuesta? busca en la biblia y en textos que edifiquen, en personas que están conectadas diariamente con él, créanme que él está esperando ser escuchado, él nos diseñó y sabe lo que necesitamos, así como buscamos a un amigo, busquémoslo y nos sorprenderá con su plan divino, para que alcancemos nuestro propósito.
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